El verano pasado, después de muchas dudas sobre destinos a los que viajar con una niña de 2 años, optamos por la cautivadora isla caribeña de Cuba. Dada la limitada información sobre viajar a Cuba con niños pequeños, decidí compartir nuestra experiencia, inaugurando con este articulo sobre el itinerario de 2 semanas que hicimos en Cuba.
Llegada a Cuba: primeras Impresiones y algunos consejos
Aterrizamos alrededor de las 17 horas y experimentamos nuestro primer contacto con el país al salir de la pequeña terminal. El intenso calor y el aroma a gasolina de los coches antiguos impregnaban el aire. Nuestro chofer nos esperaba en la puerta. Decidimos contratar el traslado del aeropuerto al hotel a través de Civitatis, buscando evitar complicaciones y negociaciones al llegar, centrándonos en llegar al hotel lo más rápido posible.
Subimos al coche (era antiguo pero no un clasico) y nos dirigimos hacia nuestro hotel. Rápidamente vimos a la realidad del país: carreteras casi vacías debido a la escasez de combustible, edificios antiguos y semiabandonados, suciedad… Nos impactó profundamente, a pesar de haber leído mucho sobre Cuba antes de llegar. Por cierto, olvídense de las sillas para coches para bebés; aunque es posible encontrar taxis con servicio de sillas, en el 99% de los casos es imposible.
El tema de la moneda será lo hablaremos en otro artículo; adelanto que su moneda tiene poco valor. Llegué a Cuba pensando en cambiar allí y casi todo el viaje pagué en euros o Visa (dólares), sabiendo que el cambio en euros sería más caro, pero preferible al cambio oficial de su moneda en los lugares oficiales.
En cuanto al wifi, dependía del hotel. Normalmente en la mayoría de hoteles te daban un bono de X horas y cuando se acababa podías ir a pedir otro a recepción. La velocidad del Wifi no es como en Europa pero más o menos funcionaba bien.
Antes de continuar, si hacen este viaje con niños, recuerden llevar todo lo necesario: leche, pañales, tentempiés, medicinas, cremas. En Cuba prácticamente no hay de nada y lo que no lleven de aquí probablemente no lo encuentren en Cuba. Cosas tan simples como galletas o leche, olvídense, no hay de nada. Llevamos casi todo, pero al final del viaje tuvimos que racionar algunas cosas como pañales porque se estaban acabando. Es difícil entender desde aquí la escasez de productos; yo tampoco lo imaginaba, pero es así.
La Habana
Llegamos al hotel alrededor de las 19 horas. Mi pareja y la pequeña estaban agotadas y se quedaron en la habitación a dormir. El hotel, Grand Aston (del cual hablaré en otro artículo), resultó ser el mejor de todo el viaje a Cuba. Un hotel de 5 estrellas inaugurado en 2022 con una impresionante piscina frente al Malecón, servicio exquisito y desayuno al estilo europeo. En resumen, un 10. Mientras ellas dormían, fui a uno de los restaurantes del hotel a cenar. Opté por un sándwich con una Fanta marca cubana. Recordé que pedí una Coca Cola y me miraron sonriendo recordándome que “no tenemos de eso”. En Cuba, los productos americanos no son comunes, así que olvídense de la cola y la pepsi. El pago fue con tarjeta, ya que no aceptaban efectivo en el hotel (algo comun en casi todos los hoteles).
Dedicamos los primeros días del viaje a La Habana y a conocer Viñales. Para La Habana, destinamos 3 días al inicio y uno al final. Puede ser demasiado para una pareja sin hijos, pero también creo que es recomendable cuando se viaja con un pequeño para poder ir más relajados. La Habana tiene muchos lugares que ver; nos encantó, tiene un encanto que no he visto en ningún otro lugar del mundo. La pobreza extrema en algunas calles, la amabilidad de la gente, el centro histórico, los edificios coloniales, los coches, el contraste entre la zona centro y una calle paralela no tiene comparación. Es algo difícil de explicar; hay que verlo y vivirlo.
Viñales
No arriesgamos en esta excursión, no teníamos claro si dormir en Viñales o hacer una excursión de 1 día. Finalmente, decidimos contratar la excursión con Civitatis. La excursión es de día entero, nos recogieron en una minifurgoneta por la mañana y nos dejaron por la tarde/noche. Ves lo esencial, pero la recomiendo si solo quieres ver lo más típico de Viñales. Si quieres profundizar más en la zona norte, recomiendo dormir allí. Ten en cuenta que el trayecto es de unas 3 horas y si viajas con un bebé menor de 3 años, irá sentado en tu regazo.
Varadero
Voy a ser claro con esto: el gran error del viaje. Optamos por pasar 3 noches en Varadero antes de ir a Los Cayos y ahora, después de vivir la experiencia, podemos decir que fue lo peor del viaje. Las playas son bonitas, pero nada que ver con Los Cayos. El pueblo de Varadero no tiene nada atractivo y te cobran una barbaridad para llegar del hotel al centro del pueblo. Los hoteles son super antiguos y los venden como 4 o 5 estrellas cuando realmente no se asemejan ni a un 2 estrellas de Europa. Masificación de turismo ruso donde parece que en las horas de la comida sea una carrera al más rápido al llegar a servirse un plato. En definitiva, si te faltan días para ver otras cosas de Cuba, no vayas a Varadero. Ahora, analizando el viaje, vemos que podríamos haber ido a Santiago de Cuba los días que dedicamos a Varadero y haber visto prácticamente toda la isla.
Por cierto, volví de Cuba con salmonela y no es seguro, pero 90% que fue en este hotel… Por suerte, solo enfermé yo y no la pequeña. Cuidado con la comida, el agua… No sé dónde cometí el error, pero la mitad del viaje me la pasé a base de pastillas y a 38 de fiebre. Por suerte, las pastillas me la controlaban y no me afectó prácticamente en nada. Es super importante llevar medicina para adultos y para niños en vuestro viaje; en Cuba, no HAY DE NADA. El primer día en La Habana, un señor me pidió medicina y le di un cartón de paracetamol. Estuve a punto de darle todo lo que llevaba y por suerte no lo hice, porque me salvó el resto del viaje.
Cayo Coco
Trayecto muy largo desde Varadero, traslado privado desde Varadero con el mismo taxista que nos hizo casi todos los trayectos por Cuba. Nos alojamos en el hotel Pullman de Cayo Coco, un 5 estrellas algo mejor que el de Varadero. Olvídate de hacer algo más que ir a la playa. Como consejo, no te quedes en la zona de playa del hotel. Nosotros caminamos 20 minutos y encontramos playas vírgenes, algunas de las mejores que he visto en mi vida, una auténtica preciosidad.
Desde Cayo Coco, contratamos un taxi en el hotel para ir a Camagüey. El trayecto es muy largo, pero queríamos conocer la ciudad. Realmente fue mucho coche para el tiempo que estuvimos en Camagüey, pero valió la pena. El trayecto en taxi fue por pueblos interiores y nos encantó poder verlo. Camagüey es bonito, pero es el único pueblo de todo Cuba donde nos costó encontrar agua y comida. Cuanto más al sur, más complicadas están las cosas en cuanto a comida y gasolina. Era curioso ver que estaba todo super limpio y tiendas vacías como si de un plató de grabación de peliculas se tratase, era una sensación rara (un show the Trhuman viviendolo en tus propias carnes).
Cayo Santa María
Después de la decepción del hotel en Varadero, cambié el hotel de Santa María por un 5 estrellas gran lujo, era el Paradisus Los Cayos (de Meliá). Hotel relativamente nuevo, de 2019, con una playa impresionante y con la comida más que aceptable. Fue el mejor hotel que estuvimos en la zona de Los Cayos sin ninguna duda.
Desde Santa María, contratamos un taxi privado para ir a ver Trinidad y Cienfuegos. Realmente habría estado bien hacer noche en Trinidad, pero no queríamos dar tanto cambio de hotel viajando con la pequeña. Salimos a las 7 de la mañana y llegamos a las 20 de la tarde. Realmente vimos todo lo que se tenía que ver, no pudimos disfrutar con tranquilidad de Cienfuegos o Trinidad pero lo suficiente para pasar un día super agradable.
Vuelta a La Habana
De Cayo Santa María volvimos a La Habana con el mismo taxista. Este viaje fue surrealista, se rompió la caja de cambios del coche y llegamos después de 7 horas a La Habana. La experiencia de los viajes en coche en Cuba es un mundo aparte, en ningún momento nos sentimos inseguros, pero nos pasaron mil anécdotas que nunca olvidaremos.
Como ven, el recorrido no difiere mucho de un itinerario típico por Cuba. El hecho de viajar con una niña de 2 años no nos impidió prácticamente nada, simplemente ajustamos algunas actividades o excursiones de acuerdo a un viaje en familia. Después de muchos viajes alrededor del mundo, este ha sido uno que me ha marcado. La pobreza del país, la calidez de su gente, la belleza de sus paisajes y playas, el potencial que tiene como país y que por culpa del gobierno no pueden explotar…